La economía occidental ha completado su adecuación a la normativa de gestión medioambiental pero la exigencia global obliga a las empresas a continuar con la mejora de la eficiencia y la reducción de la huella ambiental para mantener su competitividad.
Hemos organizado nuestros equipos en cuatro unidades de negocio, orientadas a diseñar e implantar soluciones creativas que sirven para salvar con éxito la distancia que va desde el discurso corporativo a la actuación verificable: